TU VIDA ES UN CARRERA AL SOL
Nacidos
para correr la carrera
Nos ha sido dada la
vida. Enorme regalo. Un bebé, a las pocas horas de nacido, es capaz de
responder a estímulos afectivos con una inteligencia que lo distingue de un
gatito o de un perrito. Un bebé de pocos meses es capaz de sonreír y de
interactuar, usando sus manitos para dar y recibir. Cuerpo, alma y espíritu
participan desde antes del alumbramiento, animando la vida de todo nuevo ser.
La belleza incomparable de la piel del niño se debe, como sabemos, al efecto
cosmetológico de la placenta y luego, a la potencia con que se renuevan las
células en tan temprana edad. ¿Qué decíamos? Que nos ha sido dada la vida. Y
nos ha sido dada la inteligencia para seleccionar alimento material y
espiritual que producirá en nosotros belleza y vigor para correr la carrera.
El
tiempo cuenta
Sí, la vida es una
carrera y el tiempo cuenta. No sabemos bien de cuántas horas disponemos.
Tenemos estadísticas que señalan por ejemplo que la expectativa de vida se ha
extendido gracias a la ciencia, a la tecnología, a la educación. Pero otros
factores inciden en contra. Por ejemplo, el estrés, los accidentes de tránsito,
el aumento en el consumo de alcohol, grasas, tabaco, etc. En fin, la persona
prudente usa muy bien su presente, toma prevenciones y proyecta su futuro
cercano, porque sabe que el tiempo cuenta.
La
meta cuenta
El poeta Antonio Machado dice que “no hay
camino, se hace camino al andar”. Ciertamente, se hace camino al andar sólo cuando
se apunta a una meta. Sin meta por delante somos “como velas en el viento” en
palabras de Elton John. Como velas inmóviles que se dejan estar, que se dejan
consumir, sin llegar a ninguna parte.
Por la
vereda del sol
Un material moderno
llamado “Blackout” se utiliza para confeccionar cortinas. Aún siendo este
material muy leve, tiene la propiedad de aislar completamente de la luz
exterior. Satanás es un gran distribuidor de blackout espiritual y ha
enceguecido el entendimiento de muchos. Basta con que abramos un pequeño
orificio en el Blackout para que el sol penetre. Está en nosotros. Está en
nosotros abrirle a Dios una pequeña abertura para que Su amor y Su paz inunden
nuestra existencia como el sol. Dios no se impone en el alma. Él espera una
invitación. Si queremos, podemos correr la carrera de nuestra vida en penumbra
o en oscuridad. O bien, podemos correr por la vereda del sol, ante los ojos de
Dios, al abrigo de Dios, con la energía de Dios, en la omnisciencia de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario