UNA NAVIDAD REAL
A lo
largo del año en la Liga
de Menores fuimos descubriendo y aprendiendo quiénes fueron algunos de los
reyes de Israel, como pudimos ver en la Fiesta de Navidad.
Conocimos
sus nombres, sus historias, sus virtudes y cualidades, y sus defectos también. Cada
uno de ellos se destacó por algo: Saúl por su fuerza y estatura; David por su
enorme valentía; Salomón por su sabiduría; Roboán por no atender a buenos
consejos y dividir al pueblo; Acab por ser mimado y caprichoso; Josafat por ser
una verdadero adorador; Ezequías por confiar plenamente en Dios; y Josías por
ser el más joven.
Sábado
a sábado nos fuimos empapando de los relatos bíblicos y vimos que ninguno de
entre todos ellos había sido perfecto y sin manchas delante de Dios.
Sabemos
que hay un Rey que sí es perfecto y sin mancha, que es digno de alabanza y
honor, que es grande y eterno.
“… y llamarás su
nombre JESÚS. Este será grande,
y será llamado Hijo del Altísimo;
y el Señor Dios le
dará el trono de David su padre,
y reinará sobre la
casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”
Lucas 1:31-33
¡Sí!
Jesús es Rey de reyes, es Dios hecho hombre. Él es el verdadero y único Rey.
Que
en esta nueva Navidad que estamos próximos a celebrar, podamos darle a Jesús el
lugar que él merece en nuestra vida; que sea él quién reine en cada hogar, en
cada familia, en cada corazón.
Que
nuestra vida sea de alabanza y adoración al gran Rey de reyes y Señor de
señores, que vino a la tierra para salvarnos y darnos vida eterna. ¡Amén!
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