domingo, 11 de noviembre de 2012

Devocional del Grupo de Matrimonios


Volver al primer amor
   Como matrimonio consagrado a Dios, podemos decir que nos amamos y queremos seguir creciendo en esta relación de fe, de amor y de amistad. La vida en pareja requiere de sentimientos, pero no solo eso, sino mucho más.
   Es en la vida diaria donde toma significado profundo y real el hecho de dar todo por el otro y de entender que la otra persona también hace sacrificios por uno.
   En esta relación de dar y recibir, como pareja debemos tener bien en claro que Dios nos pide que tratemos al otro con respeto, con amor, si queremos que nuestra vida juntos crezca y no junte reproches ni lamentos. Debemos recordar y volver al primer amor con urgencia.

      ¿Por qué esto de volver al primer amor?
   Ocurre que cuando estamos de novios estamos desbordantes de amor, de un fresco enamoramiento y eso fluye en todo lo que hacemos, y cómo lo hacemos para nuestra pareja: prestamos atención a cada detalle para hacer sentir al otro querido, amado,  importante. Pero todo esto parece ser olvidado cuando nos casamos, en el día a día… La rutina gana y no el amor… Tratamos al otro con desgano, saludamos sin pasión, nos burlamos de él o ella delante de algún amigo, volcamos nuestras broncas en esa persona que amamos… y podríamos seguir... Pero hay solo una cura para combatir esto y es buscar ese primer amor que sentimos por ella/él al conocerlo, al ponernos de novios… Busquemos demostrar al mundo que estamos orgullosos de tener la persona que tenemos al lado, no destaquemos sus errores o tropiezos sino que acentuemos sus virtudes, sus bondades, hagámosla sentirse importante para nosotros.

   Respecto a esto, la Biblia dice que Cristo tiene con su iglesia una relación muy íntima, como el matrimonio. Dios quiere que su iglesia busque de Él todos los días, le adore con todo el corazón, esté tan orgullosa de Él y así pueda contarle al mundo entero de las buenas nuevas, que los demás vean que su iglesia ama al Señor con sinceridad. Dios quiere que recordemos ese día que nos “pusimos de novios con Él”; ese día que le entregamos nuestra vida para volver a ese primer amor. Quiere que todos los días oremos, hablemos bien de Él, alabemos su nombre… Los invitamos a enamorarse nuevamente del Señor, a ser novios apasionados..

“Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia”
Efesios 5:29

No hay comentarios: