jueves, 24 de mayo de 2012

Devocional del Grupo de Jóvenes

¿QUE ELEGÍS HOY?
   La palabra de Dios siempre nos habla y nos desafía continuamente. Hoy Dios quiere decirte algo: “Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge pues la vida, para que vivas tú y tu descendencia”. Deuteronomio 30:19
   Cuánta responsabilidad tiene este versículo. Cuántas cosas para pensar. Pero lo primero es que esto es una muestra de que Dios nunca, pero nunca, te va a obligar hacer nada, a decir nada ni a pensar nada que vos no quieras. Acá está claro que Él nos da esa libertad para que elijamos nuestro futuro, para que seamos nosotros quienes tomemos las decisiones.
   Cuando te pones a pensar en esto, parece más que obvio que todos eligen bendición y vida antes que muerte y maldición, pero lamento informarte que no siempre es así. Todos queremos lo mejor para nosotros pero ¿quién es el dador de vida? Dios. Bueno, entonces cuando nos alejamos de Dios, estamos eligiendo lo contrario a vida y bendición. Cuando nos dejamos guiar o llevar por las cosas del mundo, por esas cosas que aparentan ser de solución a problemas y después te das cuenta que no es así, ahí estás eligiendo otra vez la muerte y maldición. Cuando dejas dominarte por el pecado, estás eligiendo mal. Cuando dejas que tus pensamientos sean siempre negativos y no edificantes, estas eligiendo mal. Cuando dejas que tu boca hable cosas de maldición sobre tu vida y la de los demás, ahí estas eligiendo mal.
   Dios siempre quiere darnos lo mejor para nosotros, pero la clave es la libertad. Él te dio libertad para que vos sepas elegir y sepas tomar decisiones. Él es nuestro creador. Él quiere darte bendición y vida en abundancia pero depende de vos. El libre albedrío lo tenés vos, la última palabra la tenés vos.
   Tenemos un Dios lleno de bendiciones y está esperando que tomemos el camino correcto para darnos VIDA de verdad, para que podemos disfrutar de todas las bendiciones y para que podamos ser de bendición en otros. Hoy quiero que tomes unos cinco minutos para pensar y analizar tranquilo esto.
Ora conmigo:
   Mi amado Dios, gracias porque me das una nueva oportunidad de elegir qué camino tomar. Gracias porque en Ti encuentro perdón y puedo corregir las malas decisiones que tomé. Quiero hoy apostar y entregar todas mis ganas y mis fuerzas a la vida que vos me das y a todas las bendiciones que tenés para mi vida. Te pido que estés obrando en mí y que te estés moviendo para que pueda ser de bendición en la vida de muchos. Quiero que mis pensamientos, mi hacer, mi hablar, sean de bendición en otros. Gracias por tanto amor y misericordia. Te anhelo y te necesito, Señor. ¡Amén!

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