sábado, 1 de septiembre de 2012

Devocional del Grupo de Jóvenes


HOGAR A LEÑA CON FUEGO
   “La imagen de un hogar a leña con brasas pero sin fuego…” Esta es la visión que tuvo un Pastor en medio de un culto.

   Pensando, me di cuenta que muchas veces nosotros somos esos hogares llenos y repletos de brasas, pero en el cual no hay fuego. Si nuestras vidas son ese hogar podemos decir que el fuego que lo enciende es el Espíritu Santo de Dios, que mora dentro de nosotros.

   Cuando nosotros estamos dispuestos a encender ese hogar, le damos el control de nuestra vida a Dios, y le pedimos que Él sea nuestro Señor y Salvador. Pero si nosotros nos quedamos en esa llama inicial, eso que nos empujó en un principio se va consumiendo y, de a poco, nos vamos apagando, desmotivando, desganando y vamos quedando como esas brasas.

   Para que esto no suceda, necesitamos estar en conexión diaria con nuestro Papá, no podemos vivir ni un segundo alejados de Él. Necesitamos buscar continuamente estar en Su Presencia, estar en intimidad con Él, porque sabemos y tenemos Fe que Él se manifiesta en lo íntimo, que nos habla y responde ahí.

   Filipenses 1:6 dice: “… el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo…”

   Esta es una promesa muy clara de nuestro Señor. Él no dice que somos perfectos, al contrario dice que nos va a seguir perfeccionando hasta que Él vuelva. Él quiere que haya mucho fuego en tu corazón. Él desea mostrarte el plan que tiene para tu vida, ayudarte a descubrir cuáles son los dones que Él te dio, decirte que tenes un gran potencial y que Él quiere trabajar en tu vida y trabajar a tu lado. Solo necesitas tener esa comunión hermosa con nuestro Dios, dejarte ministrar por Él y ofrecerte por completo.

   Ora conmigo: Señor, gracias por todas las bendiciones que tú me diste, me das, y tienes planeado darme. Ahora te quiero pedir que esa llama que tengo dentro de mí no se apague jamás, porque deseo y quiero vivir en Tu Presencia, para que tú me sigas perfeccionando, mostrando lo que tienes para mí, y para que me sigas utilizando de acuerdo a tu divino plan. Te bendigo y te alabo. En Tu Santo Nombre! AMÉN

No hay comentarios: