El Grupo de Oración
ha comenzado a reunirse todos los lunes a las 18:15 horas, en las instalaciones
de la iglesia, siguiendo las costumbres wesleyanas (al igual que los Grupos de
Hogar).
En el avivamiento
de los hermanos Wesley, en el siglo dieciocho, la iglesia renovada estaba
formada por pequeños grupos donde las personas semanalmente compartían la Palabra , oraban unos por
otros y compartían sus derrotas y victorias. Hoy estamos empezando a recuperar
estos espacios tan necesarios para que una persona pueda pasar de ser víctima a
ser una persona restaurada, de la derrota en la vida a la victoria en
Jesucristo. En los pequeños grupos de es más fácil tomar en cuenta las
necesidades de cada persona.
También en los
Cultos de la iglesia que se lo propone se puede dar lugar a la expresión del
amor y el consuelo de Dios; la iglesia que ayuda a sanar es una iglesia que
regresa la gente al mundo, preparada para servir a otros.
Cuando una familia
está pasando por una situación de mucha aflicción, aun la más sana de las
familias necesita ser consolada. Sus miembros necesitan abrirse y ser recibidos
por otros brazos que los contengan hasta que el dolor pase. Esos otros brazos
son los brazos de una iglesia que tiene que tener lugar para recibir a todos
sin discriminar a nadie por su situación social, económica, racial o afectiva.
En una iglesia
donde se vive el amor de Dios en forma práctica, se cumple la promesa de Jesús:
"Pero el Consolador, el Espírito Santo, a quien el Padre enviará en mi
nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he
dicho" (Juan 14:26).
Esto es lo que
necesitamos en tiempos de dolor: que el Espíritu Santo nos cubra con su poder
para consolarnos, que nos dé paz. Para esto necesitamos poder volvernos como
niños y aceptar su cuidado. El Espíritu Santo es nuestro Consolador en todo
momento y en toda circunstancia. El Señor nos dice en su Palabra que él secará
nuestras lágrimas.
Lo hará a través de
quienes nos acompañan en el dolor y también usará nuestros brazos para recibir
a otros cuando sufren. Hay una canción cuyo coro dice:
Mi socorro has sido tú
Y en las sombras de tus alas
Yo me gozaré.
Mi alma está apegada a ti
Porque tu diestra me ha sostenido
¡Oh, tu diestra me ha sostenido!
Todas/os están
invitados a participar, orando por nuestros hermanos y por nuestro prójimo, por
todos los que necesitan consolación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario