Estamos seguros que
el Señor seguirá transformando la vida de cada uno de estos niños pero también
como maestros queremos seguir mostrándoles otras promesas que El nos dejó para
cada una de nuestras vidas.
Si pensamos por un
momento que somos tazas y debemos llenarla con lo mejor para nuestras vidas,
podemos hacer como lo hicieron en este último tiempo los niños con este desafío
de aprender los YO SOY de Jesús que
nos relata el libro de Juan, que en cada clase mediante dibujos, manualidades y
juegos fueron aprendiendo de memoria cada cita. Así se sintieron incentivados y
desafiados a continuar para llegar a la meta es decir a poder memorizar cada
una de ellas.
Nosotros quisimos,
los maestros, que nuestras tazas se llenaran con lo más precioso que podemos
darle la Vida de
Jesús. Y El nos enseñó en un “YO SOY el camino, la verdad y la vida nadie viene
al padre sino por mí”; sabiendo también que dijo “YO estoy a la puerta y llamo,
si oyes mi voz y me abre entraré en tu casa y cenaré contigo”.
Este es nuestro
deseo que todos los niños y adolescentes puedan llegar a abrir su corazón al
Señor y así puedan tener y vivir una vida plena y abundante como la que Jesús
nos propone.
Y seguimos
confiados que el Señor seguirá añadiendo a su camino, y nosotros debemos seguir
trabajando y sirviendo teniendo la seguridad que si instruimos al niño en el
camino correcto, aún en su vejez no lo abandonará.
Que Dios los
bendiga.
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