“Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad
bien sobre vuestros caminos.” Hageo
1:5
Como es sabido, los niños
son sinceros, transparentes, no dudan en dar a conocer cuáles son las cosas que
quieren.
Ante una necesidad, sin
rodeos piden ayuda a sus padres; acuden directamente a ellos en busca de
auxilio. Su humildad es la que les permite reconocer que solos no pueden.
Dios nos pide que meditemos
sobre nuestros caminos, que miremos dónde estamos, qué estamos haciendo con
nuestras vidas y qué lugar le estamos dando en ella.
¿Es Dios el centro de mi
vida?
Es difícil poder ayudar a alguien
que no reconoce que necesita ayuda; puede que tengamos la mayor intención de
ayudar a esa persona, pero si esta no reconoce que necesita que se le ayude,
todo será en vano.
Muchas veces nuestro orgullo y soberbia son culpables de
callar y ocultar que solos no podemos.
Necesitamos la ayuda y el
favor de Dios cada día, todos los días.
Necesitamos más de Él en
todos los ámbitos de nuestras vidas, en nuestras relaciones, en nuestros
trabajos, en nuestras familias.
Dios quiere ayudarte.
Seamos humildes como los
niños y no dudemos en acudir a nuestro Padre Celestial en busca de su ayuda y
favor.
Meditemos bien sobre
nuestras vidas y reconozcamos que sin Él nada somos y nada podemos hacer.
Pidamos su presencia en nuestras vidas para que enderece y guíe nuestro
camino.
El Señor te está esperando;
Él quiere ser tu sostén y ayudador.
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