domingo, 25 de septiembre de 2011

Devocional Liga de Menores


MÁS QUE CAMPEONES

Imaginate que sos un atleta o deportista que está a punto de entrar a jugar un partido con el rival más agresivo y malo que existe, del cual jamás un equipo ha quedado vivo. O  que estás por correr la carrera más mortal y terrible en el desierto. O que sos un gladiador y estás entrando al gigante estadio del Coliseo para jugar el precio de nada menos que tu vida.  Y justo cuando te estás mentalizando, tomando coraje, respirando muy profundo para entrar, y das el primer paso, el brazo de un guardia te detiene sorpresivamente. Le han dado una noticia de último momento. Vos no podés entender qué sucede y esperás recibir explicaciones mientras que, por dentro, respirás con alivio ya que tenés unos minutos más de vida. Este señor tiene información  nueva que lo deja perplejo por un instante y luego se vuelve a vos y te dice:

-Te podés ir, ya no tenés que hacerlo… - Vos le preguntás: - ¿Por qué? ¿Qué pasó? –Y él te responde:  - Alguien pagó por vos, te salvó… -. Vos ni prestás atención al nombre de tu salvador, sólo escuchás que te podés ir y seguís vivo!!! Sólo pensás que fue tu día de suerte…

Esto que acabamos de imaginar y representar es algo que literalmente pasó… Nosotros estábamos condenados a jugar ese partido mortal, a correr esa carrera infernal en el desierto, o a pelear en el Coliseo, y a terminar nuestras vidas con la muerte eterna. Pero justo cuando íbamos a participar de ese juego o partido mortal, alguien nos frenó, ése fue Dios. Él nos dijo que ya había pagado nuestra deuda, que ya éramos libres del pecado y todo había sido gracias al sacrificio de Su hijo Jesús. Muchas veces nos olvidamos de este sacrificio enorme y muestra de amor insuperable, y continuamos con nuestras vidas ignorando que Dios nos hizo campeones, triunfantes sobre el pecado y sobre cualquier problema o situación difícil.

No nos rindamos a la esclavitud del pecado,  al desánimo, a la autosuficiencia, a la depresión, al enojo, a la mentira, a la envidia, etc., a los “golpes” que puedan darnos, ya que eso quiere el enemigo. En lugar de eso, entreguemos nuestras vidas a Dios, ya que Él nos dio la victoria ese día con Jesús y quiere hacernos campeones todos los días de nuestra vida.

Oremos para ser verdaderos campeones en el Señor y poder también ayudar a otros a serlo cada día.

“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”. Romanos 8:37”

2 comentarios:

patricia dijo...

seria muy lindo saber el nombre de los autores de cada devocional... para felicitalos

Liliana dijo...

El devocional es hermoso!! Bendiciones a todos!! :)